HORRORLAND 2019: todas sus experiencias ordenadas de peor a mejor (excepto la extreme) 

Desde que el año pasado abriera sus puertas por vez primera, Horrorland, el parque temático surgido de las mentes detrás de Insomnia Corporation y Horror Box, se ha convertido en cita ineludible de la temporada de Halloween en nuestras tierras, así como evento de referencia por antonomasia en cuanto a temática de terror. Si la primera edición, a pesar de no saldarse sin esquivar ciertas críticas y quejas que apuntaban a una organización apresurada y señalaban algunos detalles como errores para principiantes, fue todo un éxito de público y crítica a nivel general, y solamente cabía esperar que esta segunda incursión a los placeres más terroríficos del año supusiera un avance que hiciera las delicias de todo amante del género.

La inclusión de nuevas atracciones, la mejora o el mantenimiento de aquellas que triunfaron en 2018, y, sobretodo, un incremento en la tematización del parque que amenizara los períodos entre espectáculos, han sido las sustanciales mejoras y novedades de una edición que denota una sublime capacidad para pulir engranajes y volcarse hacia el espectador.


Ahora que la fecha más señalada del calendario terrorífico ha quedado en el pasado y el parque afronta ya su últimas semana de  la temporada, presentamos un ranking de todas sus experiencias (excepto una Extreme House a la que optamos por no entrar) de peor a mejor. ¿Coincide con el vuestro?

10. Zombie Killer

La gran decepción de la presente edición. El concepto shooter, aunado a la apuesta por la temática zombie y la intensidad de alguna de las propuestas que llenaron el plantel del año pasado -por ejemplo, la bestial inmersión de su Psyco Escape-, auguraban una experiencia límite, que con toda probabilidad despuntaría por encima del resto gracias a torrentes de adrenalina y frenetismo, y colocaba las expectativas, si no por las nubes, prominentemente cerca de ellas. Craso error, pues la atracción no podría hallarse más lejos de su planteamiento, al menos a nivel de ambición y desparpajo. En lugar de crear una explosiva secuencia paintball, utilizando escenarios ampliados, apostando por la movilidad, el dinamismo, y configurar una experiencia al límite, optan por escasos minutos en los que los participantes apenas interactuan como poco más que meros espectadores ante una escena recortada y sin aditivos de ninguna clase. Casi como si desde la organización se temiera invertir tiempo y dinero en ofrecer un producto complejo, relegando el entuerto casi a la altura del despropósito. 

9. Clown Town 3D 2.0 (Haunted House)

Aplicar la idea del 3D a una Haunted House fue, sin duda, una de las opciones más interesantes del año pasado, de modo que tampoco puede sorprender demasiado que sus creadores hayan optado por reimaginar la experiencia y dedicarle un plus de tiempo para prolongar el pasaje y añadir nuevas vueltas de tuerca al concepto. El principal fallo de Clown Town, y del que estirar el cliché no es solución alguna, más bien lo contrario, es el carácter repetitivo de la propuesta, que funciona a base de jump scares consecutivos a los que bien podría aplicarse aquello del "visto el primero, visto todos". A pesar de ello, no deja de ser una experiencia indispensable, especialmente para quienes no la disfrutaron con anterioridad

8. Elevator (Express Escape Room)

Una de las principales novedades de la edición son los llamados Express Escape Rooms, todo un acierto desde el punto de vista operativo, y precisos para demostrar el virtuosismo de sus creadores a la hora de confabular propuestas estilizadas y trabajadas de escapismo clásico concentradas en escasos ocho minutos de rodaje. Una pena que la propuesta menos lustrosa de las cuatro sea este Elevator, cuya premisa es una de las más alentadoras a la hora de generar tensión y pánico en un espacio claustrofóbico, al desperdiciar la segunda mitad de la sala sin apenas pruebas que resolver. 

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7. Freak Show (Express Escape Room)


Siguiendo la estela del anterior, y aunque la idea no es tan original ni vierte la misma histérica magnificiencia que un ascensor, la aventura circense de Horrorland destaca por incluir una buena muestra de enigmas, perfectamente enlazados con la temática, hábiles y divertidos en la medida justa para crear el escape más dinámico de la ristra. Una lástima que sea tan sencillo que los ocho minutos se antojen demasiado para completarlo.

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6. La Casa del Bosque (Haunted House)

Puede considerarse (o no) como un remake de la denostada -con razón- Aquelarre del año pasado, y cuenta como principal atractivo el cumplir con todo lo que aquélla prometía y en ningún momento llegaba a ofrecer. Partiendo de la premisa más clásica del certamen y (re)aprovechando espacios y situaciones, con una clara fuente cinematográfica, La Casa del Bosque no desluce un ápice en ningún momento del recorrido, y se postula, con ganas y empuje, como una de las experiencias más aterradoras de la presente edición, obsequiando a sus participantes con un recorrido largo y complejo, que hará las delicias tanto de quienes se atengan a inútiles comparativas como de quienes planten el primer paso con la mente en blanco. 

5. Subway (Express Escape Room)


Ocho minutos para resolver uno de los misterios más explosivos, no del parque, sino casi de la historia del escapismo. Con un planteamiento frenético hasta la extenuación y una ambientación poco menos que perfecta, Subway lo tenía todo, absolutamente todo, para llevarse la palma del certamen. ¿El único problema? Las pruebas, básicas y repetitivas, no acompañan del todo. No obstante, un gran acierto temático.

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4. Matadero (Haunted House)

El equipo creativo ha decidido mantener intacta la experiencia que fuera premiada como mejor Haunted House del año pasado en los Scream Awards. En un comprensible movimiento que parte de la base "si ya funciona ¿para qué cambiarlo?", permitirá disfrutarla a quienes se perdieron la experiencia el año pasado, mas dejará huérfanos de algo diferente (ni tan sólo ampliado o remodelado) a quienes ya la sufrieron con anterioridad, borrando del mapa todo elemento sorpresivo y rebajando, indeleblemente, cualquier tipo de tensión añadida ante el desconocimiento y la aventura de marcarse como ganado. Aun así, poco puede reprocharse a una experiencia física e intensa como pocas, ideada mediante dosis ingentes de brillantez que son verdaderamente inauditas y propone un espectáculo divergente y (terroríficamente) atractivo que es innovador y perturbador a partes iguales. 

3. Torture (Express Escape Room)

Es curioso cómo nos generamos expectativas. Torture, la que por título se antojaba la propuesta más descafeinada del conjunto de express escape rooms, termina revelándose imprescindible gracias a una ejecución precisa, calculada al milímetro, que hace un verdadera y perturbado honor a su nombre, y ofrece uno de los entuertos más originales de la noche. Buenos juegos, que se decantan por la sorpresa y la materia escatológica y sirven más que correctamente como mayor y mejor exponente de la ristra. 

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2. La Térmica 2.0 (Haunted House)

La Haunted House más espectacular, que ya fuera nuestra personal favorita en 2018, regresa expandida y revigorizada a esta nueva edición, ampliando las fronteras que ya desbancara con anterioridad en una suerte de experiencia mejorada y ampliada que difícilmente dejará a alguien indiferente. La aventura más grande del certamen por segundo año consecutivo, ofrece dosis de carreras y sustos que viajan sin temor y con gran saber hacer entre el horror y la ciencia ficción, valiéndose de trucos, set pieces, maquinaria y momentos de infarto que se pegarán sin remedio a la retina de quienes se atrevan a cruzar sus fronteras. Todo un éxito de los pasajes de terror, que sabe exprimir su originalidad y su capacidad para sorprender hasta límites insospechados. 

1. Survival Maze (Haunted House)

Y llegamos a la cúspide del entuerto, la verdadero joya de la corona de la extravagancia del terror anual que representa la diversión sin límites de Horrorland. La aventura desenfrenada a base de emociones límite y supervivencia que propone la Haunted House más inspirada de la corta vida del certamen bebe con gracia y buen gusto del Perseguido que protagonizara Arnold Schwarzenegger allá a finales de la década de los ochenta (adaptación de la obra maestra narrativa de Stephen King, the Running Man), una distopía de ciencia-ficción tan crítica como curiosa, de la que toma con acierto el aroma camp para convertirlo en algo tétrico, violento y amenazador. Sin duda, los minutos más intensos y adrenalíticos de toda la experiencia, y uno de los recuerdos más espectaculares que los participantes se llevarán a casa, con carreras frenéticas, sobresaltos y tensión sin límites. Bravo para todo el equipo por atreverse a algo tan brutal, del que solamente puede esperarse ver cómo evoluciona en los próximos años. 

En resumidas cuentas. Aciertos y fallos en mayor o menor medida, productos nuevos y reinvenciones, propuestas para todos los gustos y colores con un único denominador común: el terror. Una edición claramente superior a la anterior, más grande, más bestial y terrorífica, que opera todavía con un margen de mejora que, de buen seguro, salvarán año tras año. Quién no haya acudido ya a la llamada del horror, ¿a qué está esperando? Quién sí lo haya hecho, nos vemos el año que viene. 

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